Eficaz, económico y fácil de usar, el cloro está muy distribuido y es fácilmente reconocible por su olor único. Este producto químico tiene la particularidad de sanear el agua de tu piscina destruyendo los diversos microorganismos como hongos, virus, bacterias y eliminando la materia orgánica. Al transformarse en ácido hipocloroso en contacto con el agua, las moléculas de cloro se depositan en las entidades orgánicas y las destruyen pura y simplemente. Descubre ahora nuestra amplia gama de referencias dedicadas al tratamiento con cloro de tu piscina y selecciona el producto más adecuado según lel volumen de tu piscina.
El cloro para piscinas se presenta en diferentes formas, en forma de guijarros, tabletas, polvo o líquido. El más generalizado y el más conocido es el guijarro, el cual debe ser colocado en un dosificador flotante y/o en skimmers para las piscinas que los tengan. Los guijarros de cloro se desintegran lentamente y se utilizan para el mantenimiento regular de las piscinas. Para una óptima desinfección de tu piscina, cuenta 1 guijarro de 250 gramos para 25 a 30 m³ cada semana.
Otra variación del cloro, las pastillas efervescentes se disuelven más rápidamente que los guijarros. También llamadas "cloro de choque" por su efecto inmediato y potente, se utilizarán excepcionalmente para el tratamiento de choque. Las pastillas son ideales cuando el agua de la piscina empieza a ponerse verde, cuando las algas comienzan a crecer y el agua se vuelve inadecuada para nadar. Nota que los gránulos y el polvo ofrecen el mismo resultado.
El cloro es un producto peligroso que requiere la adopción de ciertas precauciones de seguridad al utilizarlo. El cloro debe mantenerse fuera del alcance de los niños y debe manipularse con ropa, guantes y una máscara protectora. Si el cloro entra en contacto con los ojos, enjuáguelos inmediatamente con mucha agua. Lávate las manos después de manipular el cloro. Comprueba el nivel de cloro y analiza el agua de la piscina al menos una vez a la semana. Lo ideal es que el ph esté entre 7,2 y 7,4 y que el nivel de cloro esté entre 1 y 2 mg/l. Aunque los beneficios del cloro son numerosos, el agua con demasiado cloro dañará tu piscina y acelerará su envejecimiento. Además, puede causar irritación de los ojos y dolores de cabeza a los bañistas.